Y lo mejor es que no sólo encontrarás comida, sino productos artesanales y otros productos representativos de la región. Estos son sus principales tianguis: 

Mercado 20 de Noviembre

Desde el primer momento en que pongas un pie dentro de él, los riquísimos olores te atraparán. Puedes entrar por cualquiera de las calles que lo circundan: Aldama, Miguel Cabrera, Mina y 20 de Noviembre. En este lugar destacan las cocinas económicas locales que ofrecen paquetes de tres tiempos con sopa, guisado y postre.

Mercado Benito Juárez

Aquí puedes comprar alimentos para preparar platillos como quesillo, verduras, pescado, frutas, chapulines, pan de yema, chocolate en barra, entre otros. Además de los productos de joyería, ropa, cerámica, cestería y jarcería.

Mercado Sánchez Pascuas

También se conoce como Mercado del Carmen, porque en su interior hay una pequeña capilla de la virgen. Encontrarás empanadas de flor de calabaza, tamales de chepil, tlayudas, y otros productos a la venta en diversos locales

Mercado Zonal de las Flores

Principalmente tienen a la venta flores y plantas de todo tipo, pero el lugar cuenta con un área de comida con cocinas que ofrecen comida oaxaqueña a precios muy accesibles.

Mercado de Artesanía

Está ubicado a unas cuadras del zócalo. Además de comida típica, encontrarás todo tipo de artesanías oaxaqueñas, desde alebrijes hasta tapetes hechos en telares de pedal. Los colores del lugar embriagarán tu vista y sí, ¡querrás comprar todo!

En ella y sus alrededores puedes realizar ecoturismo en lagunas fluorescentes, encantadoras montañas, tesoros coloniales, zonas arqueológicas. Además de las artesanías, su gastronomía y el ambiente constante de fiesta y alegría.

Un lugar lleno de atractivos, hace difícil la elección de los lugares a visitar ¡querrás ir a todos! No te preocupes, aquí te damos nuestra lista de imperdibles al visitar esta hermosa ciudad.

Centro Histórico

Además de haber sido designada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1987, la Plaza Central, también conocida como Plaza de la Constitución, es excelente para caminar o tomar un helado sentado en una banquita a la sombra de los árboles. En ella, pueden apreciarse coloridos murales que narran la historia del lugar en el Palacio de Gobierno, además de la Catedral de Oaxaca y el Templo de Santo Domingo (s. XVI) con un impresionante estilo barroco en su interior.

Andador turístico

Una de las calles principales de la ciudad de Oaxaca, empedrada con cantera verde, cerró el pasó a vehículos en 1985 y se volvió vía peatonal. Para llevarte un pedacito de Oaxaca y apoyar el comercio local de la ciudad, compra en este largo pasillo en el que encontrarás souvenirs como: barro negro, llaveros, muñecas de tela y diversos objetos hechos por artesanos del lugar.

Ex-convento e iglesia de Santo Domingo de Guzmán

Es la Iglesia más conocida de Oaxaca y una de las más visitadas por los turistas. Perteneciente a los monjes dominicos, fue construida en 1530, su magistral arquitectura barroca hecha de cantera gris y revestimientos de tezontle, no tienen igual. El retablo mayor es obra del gran Manuel Tolsá y, finalmente, en este templo yacen los restos de Tlacahuepantzin Yohualicahuacatzin, hijo de Moctezuma II.

Jardín Etnobotánico

Es la Iglesia más conocida de Oaxaca y una de las más visitadas por los turistas. Perteneciente a los monjes dominicos, fue construida en 1530, su magistral arquitectura barroca hecha de cantera gris y revestimientos de tezontle, no tienen igual. El retablo mayor es obra del gran Manuel Tolsá y, finalmente, en este templo yacen los restos de Tlacahuepantzin Yohualicahuacatzin, hijo de Moctezuma II.

UN MEZCALITO

Llega la noche y con ella el momento ideal para probar el tradicional: mezcal. Puedes encontrar finas catas de esta bebida alcohólica, guiadas por un experto mezcalero para que conozcas diferentes estilos y sabores. O bien, entra en cualquier restaurante o bar y pídelo en la barra. En realidad, tiene garantía en ambas situaciones.

VISITA SUS MERCADOS

Dos de los principales son Benito Juárez y 20 de Noviembre, desde que pongas un pie en ellos, serás seducido por los gratos olores… Dentro de lo salado encontrarás una variedad de moles de todos los sabores y colores: Mole negro, Mole rojo, Mole coloradito, Mole almendrado, Mole chichilo, Mole amarillo. Además de otros platillos tradicionales como Hígados de pollo estilo Oaxaca, Tasajo, Pozole mixteco, Cecina, Caldo de gato, Chapulines, Tlayudas, Caldo de garbanzo, Salchichas oaxaqueñas, Arroz chepil, Caldillo de vigilia, Chiles rellenos de sardinas, Salsa de hormiga chicatana, Tamales de chepil, , Chiles de agua rellenos de quesillo, entre otras delicias para deleitarte al comer.

Como expertos del traslado, Aubiasi te propone estas medidas para que disfrutes tu viaje sin preocuparte demás por los gastos.

Evalúa los costos

La logística de tu viaje dependerá de lo que quieras, no será lo mismo si buscas irte “de mochilazo” y “aventón”, a si quieres quedarte en un hotel de cinco estrellas, rentar un auto o comer en los mejores restaurantes del lugar.

Tras la planeación de tu viaje, elabora una lista de los gastos que tendrás de acuerdo a las actividades a realizar por día, contemplando: hospedaje, transporte, comidas, costos de tours, entradas a lugares, etcétera.

Recuerda contemplar gastos imprevistos o antojos de momento. Busca redondear hacia arriba, nunca a menos.

Elabora un presupuesto

Digamos que es un viaje del que calculas un total de $15mil pesos y tienes 6 meses para juntar esa cantidad, necesitas ahorrar $83 pesos por día, para llegar al monto.

Para lograrlo, toma ciertas acciones como:

• Reducir las salidas a la mitad: bar, cine, etc.
• Cancela la televisión por cable por unos meses y utiliza alguna plataforma para ver series por internet

Se sentirá como un sacrificio, pero valdrá el esfuerzo cuando logres tu cometido y, tampoco se trata de que te prives de todo, sólo de reducir ciertos gastos.

En caso de que el viaje cueste más de lo que tenías pensado gastar, recorta donde puedas o incluso reduce los días de viaje.

Una vez instalado en tu destino, puedes eliminar gastos innecesarios como comidas en la calle. Si tu lugar de hospedaje te lo permite, puedes ir al supermercado y comprar comida para cocinar algunos días

Busca las promociones

Planear con tiempo te permitirá buscar promociones de todo. Hay páginas especializadas en difundir las mejores ofertas en boletos de transportes, descuentos en hoteles o tours, entre otros.

Por otro lado, con la mayoría de las aerolíneas sucede que, si compras desde tres o dos meses antes, resulta considerablemente más barato. Además, los días martes por la noche es más conveniente comprar vuelos.

AGUA DE CHILACAYOTA

Preparada con ingredientes naturales, resulta perfecta para refrescar y aminorar el calor. La chilacayota es un tipo de calabaza de origen oaxaqueño, se mezcla con agua simple, se agrega piloncillo, canela y rebanadas de piña para endulzar. La venden en los mercados, restaurantes y puestos ambulantes en la Plaza Central.

MEMELAS

Un almuerzo ligero y nutritivo. Pequeños trozos de tortilla blanda de maíz, cortada en círculos, con una capa de salsa roja o verde, luego otra de frijoles negros, crema y queso. Puede añadirse carne de res, chorizo, nopales, chicharrón. Las venden casi en cualquier esquina.

CHOCOLATE

Lo preparan con agua o leche, ambos deben tomarse calientes y ¡son deliciosos!, porque se hacen con auténtico cacao molido y otros ingredientes secretos de cada cocina. El primero resulta ligero por su base; mientras que el segundo es un tanto más espeso y tiene algo más de sabor por la grasa por la leche.

PAN DE YEMA

La compañía perfecta de tu chocolate será el pan de yema. Hasta ahora no hay algo que lo iguale en sabor y la receta data de las culturas prehispánicas. Se elabora con harina y muchas yemas de huevo. Se sirve celosamente en un jarrito de barro.

TLAYUDAS

Este antojito ha conquistado gran parte de la república mexicana y es, por mucho, el más famoso del estado. La original es una tortilla gigante de maíz azul que se coloca a las brasas del carbón hasta que está doradita y se derrite el queso Oaxaca, colocado justo encima de los frijoles y la col rebanada.

TEJATE

También conocida como la bebida de los dioses, está hecha a base de maíz, mamey y rosita de cacao. Su origen se encuentra en el municipio de San Andrés Huayapam, cuando los lugareños buscaban beber algo refrescante, dulce y nutritivo a la vez, crearon este elixir.

La gastronomía mexicana es reconocida alrededor del mundo por su amplio crisol de sabores e ingredientes, que en su diversidad actúan como catalizadores de experiencias sensoriales únicas para todo aquel comensal que se adentre a conocer México a través de su comida. 

La historia de una nación no se puede comprender sin mirar sus comidas, México no es la excepción y es un claro ejemplo de cómo se construyó este país con el encuentro de dos culturas que, al legar sus conocimientos, amalgamaron también los gustos por ciertos alimentos que con el tiempo se transformaron en símbolos de identidad nacional .

Dentro de la basta diversidad de cocinas regionales que constituyen la gastronomía mexicana, existen lugares que por su compleja gama de platillos y tradiciones culinarias se han posicionado como referentes de lo que nuestra cocina significa a nivel internacional. Una de estas regiones destacadas por su tradición y gusto es Oaxaca.  Dicho estado se distingue por su gastronomía no sólo a sus alrededores sino a niveles internacionales, por la gran variedad de platillos que podemos encontrar dentro de su amplio campo culinario, notándose a lo largo de sus diversos, coloridos y aromáticos mercados que se establecen en sus ocho regiones (Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Región Cuenca del Papaloapan, Sierra Sur, Sierra Norte y los Valles Centrales).

La gastronomía oaxaqueña, como la mayoría de la comida mexicana, se ha desarrollado a partir de la combinación de los ingredientes utilizados por los pueblos indígenas que habitaban a lo largo del territorio y los productos animales y vegetales introducidos por los colonizadores europeos, extrapolando a sus alimentos aquel sincretismo que se dio entre ambas culturas. 

Fueron impactantes los descubrimientos que el nuevo continente ofreció, la variedad de materias primas e ingredientes le dieron una nueva composición al sabor, olor y color de la comida. Del viejo continente llegaron a estas tierras diferentes productos que con el transcurso del tiempo la imaginación fue combinando de formas sorprendentes. 

Volviendo al caso de Oaxaca, es su gastronomía un ejemplo claro de este mestizaje que concretó gradualmente una cocina tradicional en donde se amalgamaron saberes y prácticas alimentarias y culinarias que permanecen como parte de nuestra herencia cultural, que comprende los saberes culinarios, las costumbres y los rituales, así como las formas de preparación de los alimentos reconocidas y transmitidas de generación en generación. Los ingredientes europeos e indigenas se unieron en un maridaje perpetuo, regalándonos platillos tan emblemáticos como el mole, donde se concentra la mezcla entre el ajo y el chile, el anís y el jitomate, lo cacahuates y las almendras, la hoja de aguacate y el comino, la mejorana y el chocolate, la hoja santa y el tomillo.

A lo largo de la historia, las comunidades de los Valles Centrales han delegado a su  comida el propósito de vincularlos con su medio ambiente; este es el caso de sus famosos chapulines fritos, parte de la fauna endémica de la zona, que pueden ser sazonados con sal y limón, ajo con sal o chile con limón; o la iguana preparada en caldillo en las regiones istmeñas, platillo de gran sofisticación y dificultad en su eleboración.  La comida está ligada a lo que dio la cosecha y según las estaciones del año, los habitantes prefieren comer lo que en su momento producen y crían o la naturaleza les ofrece, sus platillos serán preparados con productos simpre frescos. 

Las características brevemente descritas aquí, son algunas de las directrices que llevan a la tradición culinaria oaxaqueña al reconocimiento y distición dentro y fuera de México, engalanando nuestra dieta y sabores por medio de sus moles, tasajos, tamales, tejates, mezcales, chololates, etcétera. Aunque sin asumir que la comida oaxaqueña queda constriñida a estos ejemplos, sino que se desdobla a una amplia variedad de platillos de consumo diario que crean un nexo inquebrantable entre el oaxaqueño y su tierra, sus orígenes y memoria.

Por la cantidad de horas que implican algunos trayectos, viajar en autobús puede ser sinónimo de incomodidad para algunas personas. Sin embargo, trasladarse cómodo en autobús es posible. En Aubiasi te damos 9 fabulosos tips para tener un viaje placentero de la mejor manera posible:

1. Usar ropa cómoda

Al estar mucho tiempo en una misma posición, las costuras de la ropa pueden ocasionar molestias. Es mejor vestir ropa deportiva u holgada, pero no muy descubierta, porque otra de las situaciones que pudieran causar incomodidad en estos trayectos es el aire acondicionado, que mantiene fresco el interior de la unidad y, al mismo, tiempo, al haber poco movimiento, el aire frío se apodera del ambiente

También hay que evitar el uso de zapatos, zapatillas de tacón o modelos demasiado cerrados, los pies tienden a hincharse un poco cuando se pasa largo rato sentado.

2. Belleza natural a la vista

La ventana del autobús es un manjar a la vista, te muestra paisajes realmente hermosos. Puedes pasar horas mirando las infinitas filas de árboles en las montañas, las lagunas o el cielo adornado con sus espesas nubes.

Una ventaja de viajar en autobús es que, al entrar en el corazón de los poblados, puedes observar las casitas y a la gente, para captar la esencia cultural del lugar y apreciar las diferencias respecto de nuestro hogar.

3. Aprovecha la tecnología

Hoy en día contamos con múltiples opciones de entretenimiento virtual. Puedes llevar tu laptop o Tablet para ver películas o adelantar algo de trabajo, un reproductor de música mp3, tu Smartphone con algunos juegos precargados. Sólo asegúrate de llevar la carga al 100% o alguna pila extra, algunos autobuses están equipados con WIFI y conexión USB. 

4. Entretenimiento orgánico

Si viajas en pareja, puedes llevar un cuaderno y jugar “ahorcado”, “gato”, “basta”, hacer un concurso de dibujos o lo que se te ocurra. Si viajas por tu cuenta, puedes leer algún libro de tu preferencia.

5. Intenta hacer plática

Hay personas sociales y otras no tanto, pero nada pierdes con tratar de platicar con quien viaja a tu lado. Si te sigue la charla, consigues un nuevo amigo; si no, al menos hiciste el intento.

Si viajas con compañía, aprovecha para preguntarle todo acerca de su historia, sus gustos, sus mejores viajes, sus películas favoritas, etc. Bien dicen que los viajes son una oportunidad para conocer a otros y a nosotros mismos, un poco más a profundidad.

6. Estírate

Busca cambiar de posición, girar muñecas y tobillos, y estirarte constantemente, así mantienes la circulación de la sangre y evitas calambres, al tiempo que lubricas tus articulaciones para que no se entuman. 

Y por supuesto, aprovecha las paradas que haga el autobús para salir, caminar y tomar el aire.

7. Comida y bebida

Antes de abordar, debes asegurarte de tener contigo una botella con agua, galletas o algún refrigerio ligero como papitas, frutos secos, un sándwich. Evita llevar productos perecederos o demasiado grasosos que puedan causar problemas en el estómago.

8. Almohada

Puede conseguir una de esas almohadillas que se colocan enroscadas al cuello, pero de no contar con ese práctico cojín, crea el tuyo enrollando una toalla o frazada para colocarla entre tus hombros y cabeza, a la altura de tu cuello. Así evitarás el famoso y desagradable “cabeceo” o algún dolor de cuello posterior por dormir en posición incorrecta.

9. Pañuelos y toallitas

Si algún desafortunado accidente llegara a suceder, podrás atenderlo llevando un rollo de papel higiénico, pañuelos desechables o toallitas húmedas, también pueden ayudarte a refrescarte en un viaje de muchas horas.

Sigue estas recomendaciones de Aubiasi para lograr una exitosa planeación y tener un viaje placentero:

¿DÓNDE, CUÁNDO Y CÓMO?

Lo primero que necesitas es responder las preguntas: ¿dónde?  y ¿cuándo? Una vez seleccionado tu destino, piensa en las fechas, no es lo mismo viajar en días feriados a hacerlo en temporada baja.

El “cómo” viene con un poco después. Lo que engloba esta pregunta es transporte y hospedaje. En cuánto tengas las el lugar y la fecha, revisa opciones de transporte: automóvil, autobús, tren, avión. Si harás conexiones es importante que las consideres desde este punto.

Existen páginas web o apps que te auxilian en la planeación de un viaje. Algunas de ellas son:

• Expedia, para compra de boletos 
• Booking, para hospedaje en hoteles; Airb&b, una opción de alojamiento más casero
• XE Currency, para calcular el valor de nuestra moneda en otros países 
• Moovit, para moverte en trasporte público en otras ciudades

PLANES DIARIOS

Una vez lograda la hazaña de responder a las tres preguntas básicas, armar tu presupuesto y tener todo listo para el viaje, es momento de elaborar un itinerario aproximado. Haz un plan estipulado para cada día, marca los lugares a visitar y las actividades a realizar. Aunque no todo sale como planeas y siempre es bueno dejar la puerta abierta a la espontaneidad, te servirá como guía para que logres visitar todos los lugares que deseas y evitar cansarte demás o no saber qué hacer en algún espacio libre. 

Puedes usar un mapa y trazar tus rutas por día en diferentes colores. Puedes añadir algún símbolo del transporte que utilizarás.

ENCUENTRA LUGARES O ACTIVIDADES CERCA DE TI

Al llegar a nuevas tierras nacionales o internacionales, busca las atracciones más populares cercanas a ti, utiliza Google Maps para saber más sobre los lugares y leer las opiniones de otros viajeros. En este caso, si no tienes conexión a internet, Google Trips está disponible en muchos lugares y tendrás acceso libre sin conexión.

En Aubiasi comprendemos bien a cada uno de nuestros viajeros, por eso, te damos aquí una lista de recomendaciones para dormir cómodamente mientras viajas en autobús.

Guarda todo tu sueño para el autobúsEs más probable que duermas y descanses después de un día agotador. El trayecto se te irá volando si pasas la noche dormido en el bus.
No recargues la cabeza directamente en la ventanaSuena cómodo, pero vibra bastante con el movimiento. Usa un cojín o algo que acolchone.Usa tapones o escucha música relajanteAlgunos autobuses tienen conexión para audífonos y mantienen la señal con música abierta durante todo el viaje.
Usa un antifaz de dormirEvitará que te moleste la luz de otros pasajeros o de las lámparas en las vialidades.
Usa tu cinturón de seguridadTe mantendrá sujeto al asiento y seguro en caso de accidente.
Viajar en pareja ofrece la ventaja de acurrucarse y recargarse uno en el otroSi es tu caso, aprovéchalo.
Si el viaje es largo y el autobús hace paradas, aprovecha y baja para estirarte.Sólo asegúrate de no ir lejos y volver al autobús pronto.Si conseguiste dormir perfectamente pero tu viaje incluye varias paradas y la tuya no es la última, ¡no te quedes dormido!Ponte una alarma a la hora estimada de llegada. No quieres terminar en cualquier otro lugar del mundo.
Si sufres de mareo o algún tipo de ansiedad, antes de viajar consulta a tu médico sobre alguna pastilla de ayuda para evitarloHay muchas y son muy efectivas